Ya no se trata de las fundiciones de hierro de Avellaneda, frigoríficos, fábricas de vidrio o manufacturas de fósforos. Hoy los mecanismos son mucho más sutiles: el abuso y la explotación se disfrazan de saco y corbata, y se pavonean por cualquier oficina.
En estos cuentos, un invencible maestro de go encuentra un rival digno en la casita de té de Thames y Gorriti. Un plomero de riguroso mameluco debe inspeccionar varios pisos de expedientes. Meras circunstancias, la sombra terrible que sobrevuela estas páginas es siempre la misma: el jefe y su gomina pegajosa.
Horario de oficina_Miguel Sardegna
Ficha técnica
_autor: Miguel Sardegna
_arte de tapa: Juan Matías Álvarez
_imagen de tapa: Dios es todo no puede progresar, calados en bronce sobre cartón, 40 x 30 cms., 2012.
_sin isbn / formato: 9x12,5 cms. / 96 pp. / 2013
Sobre este libro
Este libro, como todos los de la Expo, puede comprarse en papel o leerse, compartirse, descargarse en versión digital de manera gratuita.
Miguel Sardegna
Nací en Buenos Aires, en 1978. Paso mis horas en un oscuro ministerio, entre fatigosos expedientes administrativos. Varias veces al día estampo mi firma al pie del mismo dictamen legal. Nadie me va a convencer de que son escritos diferentes. El sello dice que soy abogado, yo me siento escritor. Los cuentos que reuní acá son ciento por ciento autobiográficos. O por lo menos mi versión de los hechos.
“Carta al jefe” obtuvo una mención en el concurso organizado por la Revista Crepúsculo en 2011. Ese mismo año, la Fundación Victoria Ocampo distinguió con el segundo premio a mi primer libro de cuentos.
“Archívese” formó parte de Urbania, una antología preparada por Tinta Negra Ediciones.
Cumplí el sueño de leer “Una novela de go” en el salón centenario del Jardín Japonés, en el marco del 4° Congreso Argentino de Go. Japón me persigue desde hace años, insiste en colarse en mis páginas. Alguna vez di clases de literatura japonesa en la UBA; hoy estudio kanjis y me enredo en una gramática inasible con la ilusión de leer a Kawabata y a Mishima en su idioma original. Una empresa vana, es cierto. Pero no más vana que esta costumbre de invertir toda una mañana en suprimir una coma, y después restablecerla por la tarde.
Me formé en el taller de Marcelo Di Marco. Fui secretario de redacción de la mítica Revista Axolotl. Soy miembro de La abadía de Carfax, círculo de escritores de horror y fantasía.
Juan Matías Álvarez
Nací en Buenos Aires el 16 de diciembre de 1985, Fui skater, paraba en la plaza de enfrente de mi casa con los pibes, estudié Artes Visuales en el IUNA, mi madre es antropóloga, mi hermano tiene una banda punk y mi tía es artista plástica, mi padre técnico electricista y mi abuelo tornero. Siempre estuve rodeado de herramientas, lo que me llevo a aprender e interesarme por varios oficios.
Hice dos muestras individuales, una en Trillo (Misiones) y otra en Isla Flotante (Buenos Aires). Este año estuve en ArteBA con la galería Militates.
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